Comunidad Indígena Enxet La Herencia en Paraguay

Este sitio tiene como objetivo divulgar información sobre la comunidad indígena Enxet La Herencia de Paraguay. Es una puerta al mundo para que todos conozcan acerca de ellos, su idioma, su cultura y algo mas. Todo su contenido es cultural, social y destaca la naturaleza que rodea a este pueblo milenario. Este sitio no contiene asuntos de política ni religión.

viernes, 17 de abril de 2015

Reseña histórica del Pueblo Enxet explicada a los niños y jóvenes

Wilfrido Alvarenga (Lider de La Herencia) explica la historia del Pueblo Enxet a niños y jóvenes
Wilfrido Alvarenga (Lider de La Herencia) señala el gran crecimiento poblacional de su Pueblo Enxet

Profesores de La Herencia escuchan la charla

Niños escuchan atentamente la historia de su Pueblo


Las Profesoras Rossana y Cynthya junto a los jóvenes atendiendo en la charla

RESEÑA HISTORICA DE LA POBLACIÓN INDÍGENA
En el año 1.889 el señor Wilfred Barbrooke Grubb llegó a Paraguay procedente de Gran Bretaña enviado por la Sociedad Misionera Sudamericana. Adolpho Henricksen ya había comenzado una pequeña misión entre los indígenas de la parcialidad Lengua (Enxet) que frecuentaban la orilla chaqueña del rio Paraguay, y con la muerte de Henricksen fue nombrado como su reemplazante a Barbrooke a la edad de 22 años. Durante los últimos 20 años (1.889 – 1.909) vivió solo en el interior de la región chaqueña entre los indígenas y luego se unieron a él ayudantes enviados por la Sociedad.
El contenido de su libro trata principalmente de los acontecimientos y experiencias de los primeros años de su vida entre algunas de las tribus del Chaco, y en particular entre los Lengua (Enxet). Mucho antes de su llegada escuchó a través de conversaciones con sudamericanos en el Rio de la Plata rumores de los pueblos salvajes que habitan en el Chaco, como también informes extraños sobre el terreno mismo. El mismo nombre de “Chaco” fue pronunciado en todo de miedo y horror por muchos a quienes conocí. Algunos informes indicaban que el número de indígenas ascendía a cientos de miles, que eran feroces y bélicos, dados al canibalismo y excepcionalmente crueles en el trato con sus prisioneros. Se comentaba que existía en el interior del Chaco una ciudad indígena grande y muy poblada. Esta fue la creencia general entre la mayoría de los paraguayos. Aun los más inteligentes y críticos creían en la existencia de estos grandes pueblos, poblados por miles de indígenas. Se decían que los habitantes salvajes carecían totalmente de decencia, y que su vida social era solamente un poco mejor que la de los animales. Entre los cuentos más increíbles figuraban leyendas de una raza cornuda que habitaba el interior. Se decía que un cuerno salía de la parte superior de la frente, como en el caso del mítico unicornio. Probablemente este cuento se deriva de la costumbre de los indígenas de llevar en posición vertical un mechón de caballo atado con lana. Pero aún más extraño era el cuento de un pueblo que habitaba hacia el norte, la articulación de cuyas rodillas estaba invertida, dándoles la apariencia de un ñandú, de modo que al arrodillarse los pies los tenían hacia adelante. Más tarde supo de los indígenas que por más extraño que pareciera, ellos mismos contaban algo similar, agregando esto: que esa gente tenía tres dedos en el pie y que eran muy veloces. Había relatos de una raza de pigmeos que habitaban los bosques occidentales, y también de una tribu de gigantes.
El relato que sigue cubre casi exclusivamente los primeros años de vida de Grubb entre los Lenguas, sus aventuras extraordinarias y experiencias peligrosas se describen plenamente, y atraerán la atención del lector, sufrió atentados contra su vida, cuando se lo dejó por muerto, pudiendo a penas escapar de ser enterrado vivo; y todos los incidentes de su subsiguiente rescate, muestran en forma extraña cómo funcionan la mente y carácter indígena, además del coraje y aguante de Grubb, su recuperación de la herida bajo circunstancias tan difíciles fue considerada tan extraordinaria que el doctor O’Connor, eminente cirujano del Hospital Británico de Buenos Aires y quien realizó la intervención quirúrgica, le dio una carta de presentación a Sir Frederick Treves, diciendo “pongan su oído a su pecho”. Esta carta, sin embargo, nunca fue presentada, ya que Grubb regresó inmediatamente al Chaco. Este relato completo que se hace aquí de la vida y costumbres primitivas, la mitología indígena, sus supersticiones y brujería, con todas las barbaridades que las acompañan, transmitirá alguna idea de las dificultades encontradas en el intento de formar de tal pueblo una comunidad civilizada y una iglesia cristiana.

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